
Cuando el alma, ya seca de llanto
ha vaciado la cuna de sus gemidos
cuando ya la lágrima balsámica
se niega a salir consoladora,
conocedora de lo ineficaz de su alivio,
angustia, que abraza desoladora
librada de su espíritu cautivo,
tomo mi pluma desesperado,
solo entonces… solo entonces escribo
como náufrago que mira el horizonte
en oscura y negra tempestad
sin ver esperanza… entregado,
se ve perdido… se cede a la mar
liberando su alma navegante
a que parta, a la playa conocida
a despedirse de aquella mujer
en espera de volver a amarlo
y cuando mire ella al horizonte
tal vez, solo… tal vez sienta
como una caricia… en la brisa
como final despedida
de esa alma que la supo amar
solo entonces… solo entonces escribo
como aquel náufrago
en su triste despedida
que envía su alma mensajera
a despedirse, en póstumo adiós
así, me despido yo de ti, herido
desolado, como alma en pena
que apela a su cordura extrema
para no caer en la demencia
y no quitarme la vida si esto vida es
solo entonces... solo entonces
escribo… escribo para sobrevivir .
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