miércoles, 29 de diciembre de 2021

 Apariencias 

 Ale Abrahan


 

  Miraba sus sonrosadas mejillas en el resplandor del espejo. Sus ojos brillaban iluminados por la evocación de las manos ásperas de su amado. 

 Cepillaba su cabello y de reojo observaba la ventana esperando que apareciera el auto de Ignacio para ir juntos a la oficina. 

Sonreía: juntos habían llegado al máximo del éxtasis, nunca antes vivido con otras parejas. 

 Esa noche entre las sombras de la habitación jugaban excitados con la tanga roja y la faldita a cuadros que estrenaba. Le quedaba perfecta, y el depilado de las piernas muy delicado, las veía sensuales y provocativas. La blancura exquisita de su piel ponía loco a su enamorado. Frente al espejo repasaba esas caricias, la boca impetuosa que se humedecía de tanto en tanto y el rojo del lápiz labial que se corría con cada beso más jugoso. Su piel se erizaba al pensar en la sensualidad de las manos de Ignacio levantándole de a poco la falda y bajándole el liguero que se puso por pura coquetería. Su sexo empezaba a agitarse y ya percibía el calor entre sus piernas, le quitó las medias al compás de una mano que le acariciaba. Con maestría de experto hizo que se volviera de espaldas y quedara mirando al espejo y se entregara sin resistencia. Casi gimió de placer y se estremeció al revivir su cuerpo la penetración que entre dolor y placer sumieron su deseo en puro gozo. Se tocó la entrepierna y ciñó los muslos intentando pensar en otra cosa que de lo contrario sería evidente su excitación cuando llegara Ignacio. Llevaba nuevamente la tanga roja, era un poco apretada pero se excitaba al pensar que debajo del pantalón que disimulaba sus ansias, su sexo se había vuelto de fuego, y en cuanto quedaran a solas en la oficina llevaría a Ignacio sobre los escritorios y con su boca toda pintada de rojo y la lengua apasionada lo haría gritar de placer. 

 De pronto escuchó la bocina dar la señal justo a tiempo para no llegar tarde. Tomó el maletín de la cama mientras alguien golpeaba la puerta del cuarto y le anunciaba: 

 -¡Papá! El tío Ignacio te espera.- 


Relato aparecido en la Revista Digital N°11: Gay + Art, Revista de literatura y Arte gráfico gay, Noviembre de 2014.- Derechos Reservados

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